Colchón matrimonial para “La nueva familia”
De: Luis Ayhllón.
Dirección: Christina Paulhofer Carabella.

Elenco:
Nora – Cristina Michaus
Neto – José Carlos Rodríguez
Make – Juan Carlos Vives
Luis – Juan Carlos Olivas

Voces en off:
Altavoz: Suzana Garfel.
Sarita la de la SEP: Lilia Mendoza.
Patrullero 2: Marco Antonio Aguirre.
Patrullero 1: Luis Fernando Rojas.
Militar: Raúl Adalid.
Joven: Diego Alejandro Morales Cabrera.
Abril: Marcela Burgos.
Roberto: Ricardo Cortés.

Colaboración Especial:
Anna Elia García, Diego Alejandro Morales, David Ponce.

Escenografía e iluminación: Sergio Villegas.
Diseño de vestuario: Bertha Romero.
Musicalización y diseño sonoro: Ricardo Cortés.
Combate Escénico: Miguel Ángel Barrera.
Asistentes de dirección: Javier Salas y Marcela Burgos.
Asistentes de escenografía: Mariana Sánchez y Germán Cárdenas.
Fotomural: Ma. Fernanda Sánchez Paredes.
Diseño de la imagen: Leonor Hernández.
Construcción de escenografía: Macedonio Cervantes.
Realización de vestuario: Vesarte.
Pintura Escénica: Paso de Gato.

El colchón matrimonial no es un buen invento. Es una cosa fallida en proporciones. Para los amantes basta con uno individual, para los que duermen juntos por costumbre les viene mejor un kingsize y una litera para los que tienen principios. El matrimonial es el escenario
donde uno ronca obeso y el otro se arrincona contra su esquina. Cuando las familias dejen de existir en la forma que las conocemos, será una de las cosas que recordaremos felices de haber perdido. Pero de aquí a ese momento: ¿Cómo debe ser el colchón matrimonial para la nueva familia?

Para aquellos interesados en resolver el problema, el texto la nueve familia de Luis Ayhllón, puede arrojar luz sobre el problema. De él, se escribio en el momento de su publicación:

…Lo mejor del texto es su instinto. No sólo el dramático,, sino con el que logra pasar con extrema pureza (sin la torpeza modosa que piden los ideales dramatúrgicos de su tiempo) el deseo, gusto y regocijo por la violencia inherente al espíritu del pueblo mexicano, su humor negro, su corrosividad, su paisaje de tinacos y antenas de televisión, emblemas nacionales de nuestra fe ciega en la siguiente carestía y los sueños. Además de forma importante, Ayhllón viene a trabajar con el irresponsable vacío en que los dramaturgos olvidan a su gran madre monstruo: la ciudad de México, y sobre todo, a las células cáncer que la consumen: sus habitantes. La nueva familia es excepcional en el común teatro de género, costumbres y talento chico, donde los autores brillan más al estilo de lam TV del espectáculo, con declaraciones y orgullo estridentes, que con la potencia de su obra…

Cito La nueva familia porque en otra referencia de otro autor aparece pecisamente la imagen del colchón matrimonial:

… El ámbito sala-comedor y el colchón son las zonas coagulantes de las familias. El teatro es la zona coagulante de la colectividad. Ayhllón une las dos zonas en una obra donde dos tipos de sangre se diluyen en la nada. Una, la de un policía mezclada con su orina, ni siquiera vertida desde un órgano, sino desde la bolsa plástica de su diálisis,por supuesto regada en escena, y la otra la de una jovencia que la ha perdido en su primer contacto con lo concreto del amor, por supuesto regada fuera de la escena. Ambas sangres se contrapesan, pero ambas, como sucede, son objeto de burlas, lástima y escarnio. En nuestro mundo, en nuestra nación, la sangre derramada ha dejado de ser un ritual, o un acto patriótico; es sólo espectáculo, inoculación de raiting, accidente vergonzoso, algo que sólo le pasa a los imbéciles, común maquillaje de políticos.

Si en el mundo de los trillers, las almohadas sirven para asfixiar a las víctimas, en elmundo de Ayllón, asfixiante por cercano, el colchón, ( uno matrimonial sería apropiado) es lo único suficientemente resistente para asfixiar a la nueva familia, esa que se requiere para continuar el escatológico predominio de la especie…

Tomado como referencia la estupenda obra de Ayhllón y regresando a nuestro tema, la conclusión es sencilla: el colchón matrimonial para la nueva familia debe parecerse más a un sleeping bag, capaz de cerrarse por dentro, con aislante y pistola integrada, en versiones para solteros, arrejuntados y casados. No olvide que el enemigo lleva sus apellidos, y que mientras usted duerme, el más insatisfecho de ellos dormira teniendo pesadillas dentro de usted.

ALBERTO VILLARREAL DÍAZ